miércoles, 18 de octubre de 2017

La ansiedad y las conversaciones que trae y las que podemos crear

En ocasiones en esos momentos de verdad que afrontamos en nuestra vida, nuestra historia nos hace una mala pasada al traer malos pensamientos, ¿Qué pasaría si esto ocurre?, ¿o si esto otro ocurre? y empezamos en una espiral de pensamientos negativos que hace que nos preparemos para una  batalla campal que solo ha ocurrido en nuestra cabeza.

Estos pensamientos que denominamos como negativos parten del supuesto que nuestra historia ha de repetirse tal cual y como la habíamos experimentado en este momento que nos atormenta y nos persigue porque no hemos podido perdonarnos. estos pensamientos limitantes se mezclan con las sensación de impotencia porque pensamos que nuestras capacidades o las condiciones que generaron esa circunstancia son las mismas, estamos en una prisión mental que nos hace caer en una profecía auto-cumplida. 

Estamos en un prejuicio puesto que las condiciones que crearon ese evento han cambiado, nosotros no somos los mismos si estamos dispuestos a aprender de nuestra elección que no ha sido ganadora, si estamos dispuestos a aceptar nuestra historia y crear un agradecimiento frente a ese evento doloroso para poder soltarlo para poder dar gracias por esos eventos, pues es gracias a ellos que forjamos nuestro carácter y perfilamos nuestro ser a lo que somos hoy en día, para poder pararnos en coherencia y poder decir con total certeza que nos amamos de verdad.

Justo en ese momento que nos acordamos de nuestra visión y nuestra esencia podemos discernir que esos miedos son injustificados y que simplemente al abrazar el evento soltando nuestras expectativas nuestra carga se hace más ligera y por ende más fácil de sobrellevar. Recordamos nuestra historia y como hemos podido volver obstáculos en triunfos y nuestro corazón se llena nuevamente de confianza de amor y de libertad, y en ese momento las puertas de la abundancia de nuestro propio ser se abren a nuestro servicio. 

Decidimos entonces quienes requerimos ser para hacerle frente al reto y con una sonrisa en el rostro, sin importar lo que suceda nos arrojamos a lo desconocido. soltando nuestras preocupaciones para abrirle campo al riesgo de vivir una vida que realmente nos merecemos. No importa que suceda, porque cuando lo logro celebro y cuando no, elijo aprender. A fin de cuentas todo lo que necesitas está dentro de ti.